Game of Thrones: el segundo fatal
Subtitular una serie, una película o un video es un trabajo de cirujano. Descuidar un mínimo detalle
puede generar un caos. Lo vivió Max al estrenar la segunda temporada de Game of Thrones. Al
parecer, el encargado de subtitular uno de los productos estrellas de la cadena de TV por
suscripción olvidó que la sincronía entre la imagen y las palabras que aparecen abajo en la
pantalla no puede distraer al telespectador. Sin embargo, lamentablemente, fue así. Desde la
primera escena de los dos gladiadores luchando, los usuarios vieron aparecer los subtítulos antes que los diálogos. Y así fue todo el capítulo. Imposible concentrarse. El milimétrico error gatilló una escalada de críticas, memes, burlas y reclamos en redes.
Por esta razón, los subtítulos que entran, incluso un segundo antes, generan que la lectura e imagen corran a destiempo, sin la sincronización que requiere la experiencia audiovisual. Un segundo es una eternidad en este trabajo ultra minucioso.
Preocupados de estos mínimos detalles, en eSteno, todos los procesos de subtitulado son realizados de forma manual, para garantizar calidad y fidelidad del texto frente al video recibido. Con manos de cirujano.
Especialistas de una industria imparable
La televisión on-demand disparó la demanda por los subtítulos y el doblaje. Las plataformas como
Netflix, Max, Prime Video, Disney+, AppleTV, entre otras, suman millones de consumidores, lo que
ha hecho crecer el mundo de la localización de contenidos. Un reciente estudio realizado por
Nimdzi, empresa consultora y de investigación, muestra que esta área representa el 14 % de la
facturación total de la industria de la traducción.
Aunque este año redujo en 200 mil sus usuarios, sólo Netflix suma 221,64 millones de suscriptores
a nivel mundial, lo que resulta en una alta demanda por parte de la compañía por el trabajo de subtitulación y doblaje.
El gigante YouTube va por una carretera aún más veloz. Está disponible en más de 100 países
abarcando más de 80 idiomas, tiene más de 2 billones de usuarios activos al mes, cuyo grupo
mayoritario va entre los 25 y los 44 años, que representan al público que más consume subtítulos.
Por estas cifras estratosféricas es que no da lo mismo quién escribe los caracteres en la pantalla.
La necesidad de generar subtítulos, cuyo costo es mucho más bajo en comparación al doblaje, que
requiere contratar actores, técnicos en sonido y estudios de grabación, muchas veces acarrea
problemas. Lo vemos todos los días en muchas de estas plataformas con subtítulos deficientes
que empobrecen la experiencia del usuario.
Contratar los servicios de eSteno, que cumple con los requerimientos de la Comisión Federal de
Comunicaciones de los Estados Unidos de América (FCC) y del Instituto Federal de
Telecomunicaciones de México (IFT), asegura un estándar de calidad y una supervisión de
expertos que trabajarán de manera profesional en la creación de los subtítulos para que este
producto aumente sus reproducciones alrededor del planeta y la traducción de ese material audiovisual no se convierta en un dolor de cabeza para el usuario y reclamos contra el soporte.